Sobre huevos, carne roja, grasas y colesterol (parte 4)

20140112-214001.jpg–          Doctor, estoy un poco preocupado por unos artículos que leí últimamente sobre la carne roja y los huevos. ¡Ambos decían que perjudicaban la salud y disminuían la esperanza de vida!

–          Yo también los he leído, pero es posible que los medios de comunicación y los autores nos hayan querido dar a entender las conclusiones que a ellos les interesaba. Si leemos con más atención esos artículos nos servirá para aprender un poco más sobre el funcionamiento del cuerpo y sobre el sensacionalismo de internet y los medios.

–          ¿Se puede explicar mejor?

–          Por supuesto. Mire, ambos artículos tienen en común que nos hablan de que una sustancia llamada TMAO, aumentada supuestamente por el consumo de huevos y carnes rojas, se relaciona con una mayor incidencia de enfermedad cardiovascular y una menor esperanza de vida. Hasta aquí todo correcto. El TMAO se produce como consecuencia del metabolismo de la carnitina de la carne roja y la colina de los huevos.

–          Si los huevos y la carne roja aumentan el TMAO, entonces no hay nada más que discutir.

–          El TMAO aumenta con los huevos y la carne roja, pero lo hace aún más con el marisco, muchos pescados y otros alimentos que constituyen la base de la alimentación de sociedades con índices de enfermedad muy por debajo de la nuestra, basada en la famosa y engañosa “pirámide alimenticia”. De hecho, hay estudios que demuestran que los individuos que sustituían la carne roja por más carbohidratos tenían más riesgo de sufrir un infarto.

–          Eso no tiene sentido doctor.

–          Lo sé. Por eso hay que leer mejor esos artículos. Si nos fijamos en la temporalidad del aumento del TMAO, observamos que este último sube inmediatamente después del consumo de estos alimentos y vuelve a la normalidad en pocas horas. Sin embargo, en personas con disminución de la función del riñón este TMAO no vuelve a la normalidad y continúa crónicamente elevado. Además hay otros motivos como la flora bacteriana del intestino, factores genéticos, sobrecarga de sal o hierro y por supuesto el síndrome metabólico, causado entre otras cosas por…

–          El exceso de insulina en respuesta a los carbohidratos y nuestra dieta habitual.

–          Exactamente. Hay muchas causas posibles y me temo que la mayoría de ellas son las mismas que producen la inflamación crónica de nuestro organismo, ya le hablaré de esto más adelante.

–          ¿Y no es más fácil dejar de consumir huevos y carnes rojas y así evitar el problema?

–          Eso sería como dejar de respirar para que no se contaminen los pulmones. Las yemas de los huevos contienen cantidad de nutrientes importantísimos para nuestro organismo (colina, varias vitaminas, ácido fólico, colesterol, sí, colesterol) al igual que las carnes rojas. El déficit de estos nutrientes puede ocasionar fatiga, cansancio, insomnio, debilidad, etc.

–          Entonces los vegetarianos…

–          En mi opinión, y más allá de motivos éticos, el veganismo no es precisamente lo que se puede considerar una práctica saludable. Se ha relacionado la alimentación vegana con numerosos problemas de salud y morbilidad aumentada. Además, si piensa en el prototipo de persona vegetariana le vendrá a la cabeza el de una persona con una gran carencia de uno de los tejidos más metabólicamente activos del cuerpo humano, el músculo. El músculo asegura funcionalidad, movimiento, disminución de la incidencia de enfermedades, consumo adecuado y control de la glucosa, etc. Entenderá ahora por qué las recomendaciones de los grandes colectivos médicos del deporte cada vez tienen más claro que la promoción del ejercicio de fuerza solo, o combinado con algo de ejercicio de resistencia, tiene muchos más beneficios que el ejercicio de resistencia aislado. Nos están diciendo a gritos: “Deje de correr y póngase a levantar cosas pesadas”. Y eso sin entrar en beneficios estéticos o de salud del aparato locomotor. ¿Ha visto alguna maratoniana con celulitis?

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–          Muchas, es algo que siempre me ha sorprendido.

–          ¿Y alguna velocista con celulitis?

–          Ahora que lo dice, no.

–          Piense en ello.

–          Bueno doctor, muchas gracias por la información. Ahora me tengo que ir que he quedado para comer en una pizzería con unos amigos…

–          ¡Es verdad! No le he hablado de los cereales… Bueno, vaya, vaya. En nuestra próxima visita le contaré unas cuantas cosas sobre el mayor invento de la humanidad convertido en arma de doble filo, la revolución agrícola.

21 comentarios en «Sobre huevos, carne roja, grasas y colesterol (parte 4)»

  1. Muy fan de tu blog.

    Este o no de acuerdo contigo (en la gran mayoria lo estoy), siempre razonas cientificamente tu postura.

    Gracias por toda la información y estudios que realizas.

    • Respeto tu opinión, pero el colesterol es una realidad científica. No podemos ignorar los riesgos para la salud que conlleva una dieta alta en grasas saturadas. Es importante informarse y cuidar nuestro bienestar. ¡Salud! 🥗🍎

    • ¡Pues sí, resulta que los huevos no son tan malos como los pintaban! 🍳🙌 No te preocupes, puedes disfrutar de ellos sin remordimientos. ¡Qué delicia empezar el día con un buen huevo frito! 😋👌

    • Interesante, pero los estudios demuestran que el consumo excesivo de huevos sí puede elevar el colesterol en algunas personas. Es importante mantener un equilibrio en nuestra dieta.

    • ¡Claro que sí! La clave está en la moderación y el equilibrio. No hay alimentos buenos o malos, solo decisiones inteligentes. ¡A disfrutar de una dieta variada y sabrosa sin culpas!

    • Respeto tu amor por los huevos, pero cada persona tiene sus preferencias y necesidades alimentarias. No es justo juzgar a otros por no comerlos. ¡La diversidad en la alimentación es lo que hace que el mundo sea interesante! 🌱🥦

  2. ¿Alguien más se siente confundido después de leer este artículo? ¡Necesito una hamburguesa para procesar toda esta información! 🍔🤔

    • ¡Jajaja! Definitivamente puedo entender tu confusión después de leer este artículo. Pero, en lugar de una hamburguesa, tal vez necesites un libro de texto para desenredar toda esta información. ¡Buena suerte! 📚💡

  3. ¡Menuda controversia! No puedo creer que todavía haya gente que piense que los huevos son malos para la salud. ¡Más yemas para mí! 🍳

    • ¡Qué sorpresa! Parece que no todos estamos de acuerdo en todo. Aunque respeto tu opinión sobre los huevos, no puedo evitar preguntarme si has investigado los estudios que sugieren moderar su consumo. Cada uno tiene derecho a su elección, pero no olvidemos que la información es clave.

    • Jaja, entiendo tu incredulidad, pero la verdad es que hay muchos mitos persistentes en la nutrición. A veces es necesario debatir y desmentir para llegar a la verdad. ¡Comer huevos con moderación no es tan malo como se cree! 😉

    • ¡Vaya, vaya! Parece que alguien vive al límite. Aunque el tocino sea delicioso, no debemos ignorar los riesgos para nuestra salud. ¿Qué tal si buscamos alternativas igual de sabrosas pero más saludables? ¡Cuidarse no tiene por qué ser aburrido!

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